Javier Hermoso de Mendoza
Javier Hermoso de Mendoza
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SI NO ES MUCHO PEDIR...

Estos días hemos podido leer en la prensa, que Tudela, con la creación de un nuevo polígono industrial de 5 millones de m2, triplicará su suelo industrial. Lodosa, de la mano de Nasuinsa, trabaja para la creación de un polígono de 800.000 m2. Si hacemos un barrido por lo publicado en la prensa a lo largo de esta legislatura, veremos cómo todas las poblaciones importantes aspiran a participar del reparto de la tarta industrial creando suelo para albergar industrias. Todas, no. Estella, como de costumbre, establece la excepción negativa. "No tenemos suelo" dice nuestra alcaldesa. Ya nos gustaría que el polígono estuviera más cerca, pero Nasuinsa ha decidido ponerlo en Los Arcos, insiste. Y así, con excusas y falsedades pretende ocultar su falta de voluntad y capacidad; su dejación y desidia.

Diariamente salen de Los Arcos y Arroniz autobuses que llevan trabajadores de Estella y su tierra a Landaben. Hace dos años, en más de mil se estableció el número de los que desde nuestro entorno diariamente se desplazan a trabajar a Pamplona. ¿Cuántos serán ahora? ¿Cuántos de ellos dejarán de desplazarse por la simple y llana razón de que establecerán su hogar en la capital navarra? Son preguntas para las que no conozco respuesta. Pero basta con que cada familia de nuestra tierra mire donde trabajan sus hijos, o los hijos de sus vecinos, para que intuitivamente puedan acertar en la respuesta. A este paso, el futuro de la ciudad de Estella es convertirse en un gran geriátrico. Muchos de los pueblos que la rodean ya son, fundamentalmente, conjuntos residenciales de ancianos a los que se acompaña los festivos y las vacaciones. Algunos, se están convirtiendo en lugares de recuerdo; en cementerios. Destino para el que, en Tierra Estella, abundan los candidatos.


Derrribando Curtidos.
Derribando Curtidos.

Parece que a nuestros políticos locales no les preocupa el futuro de sus hijos. Quizá piensen que con un enchufillo podrán trabajar y vivir en Pamplona, o vete a saber donde -no será el primer caso-. Menos aún les preocupa el futuro de sus vecinos. Por eso me solivianta el negro horizonte que amenaza una ciudad en la que mi familia lleva residiendo, ininterrumpidamente, desde hace trescientos años. Intento comprender que esas preocupaciones no existan para familias desarraigadas que igual pueden residir en Fitero, en Mendaza, en Estella, y, probablemente, en un próximo futuro en Pamplona. Pero cuando se tiene una responsabilidad pública a la que voluntariamente se ha optado, hay que tener la decencia suficiente como para defender los intereses de la ciudad y de los vecinos, y si no, abandonar el cargo. Cuando públicamente se reconoce que nada se puede hacer, bien sea por razones físicas, objetivas o imaginarias, ¿para qué se sigue?, ¿sólo para cobrar el sueldo? Por eso, si no es mucho pedir, para despejar errores o evitar tener que seguir escuchando estupideces (Torpeza notable para comprender las cosas. D.R.A.E.), desde estas letras emplazo a la alcaldesa de Estella y al resto de los políticos estelleses a que me den una razón, aunque sea imaginaria, de por qué no se puede destinar a la industria los terrenos de Noveleta situados aguas arriba de la variante, y los que a ambos lados de esta vía están entre la carretera de Lodosa y el término de Ayegui. Son cerca de millón y medio de m2, de cultivo de cereal en su mayoría, que Estella bien puede -y necesita- destinar a suelo industrial.

Estella, su polígono, no lo puede tener a veinte kilómetros, en Los Arcos, o como algunos pretenden, a treinta y cuatro, en Tafalla. Estella y los pueblos que la rodean necesita tener la industria en el municipio o, lo más lejos, en Allo por el sur, o en Allín por el norte. Cuando observamos la ocupación del polígono de Villatuerta, vemos que la mayor parte de sus industrias proceden de iniciativas surgidas en la ciudad del Ega que, necesitadas de expansión, han recalado en el vecino pueblo. La última, Sintal, prácticamente expulsada del municipio por el ayuntamiento estellés. Cuando necesitada de expansión tenga que trasladarse Renolit, ¿a dónde la mandaremos? ¿a Los Arcos? ¿o permitiremos su traslado a Zaragoza? Cuando los talleres estelleses necesiten ampliar sus instalaciones, ¿los mandaremos, también, a veinte kilómetros, a las orillas del Odrón? (En un foro en el que participé, la alcaldesa de Estella, acompañada de Valencia, su delfín, afirmó que cuando vengan empresas se les buscará terreno. Dicha esa genialidad [por no darle un calificativo más adecuado], se marchó dejándonos a los participantes con la palabra en boca).

La zona de Alsasua tiene cuatro polígonos. La de Tudela, seis sin contar los nuevos proyectos. Algunos dirán que los polígonos se ponen donde hay demanda. Pero si no hay oferta adecuada, ¿no estamos cerrando un círculo vicioso? ¿Me quiere dar el Gobierno de Navarra, Nasuinsa, Sodena, o cualquier otro ente, una razón válida de por qué el actual polígono de Villatuerta es suficiente para la zona? ¿Me quieren decir en cuanto cuantifican el efecto de la autovía? ¿Pueden pretender, siquiera, demostrarme que la atracción de Los Arcos y de la ciudad del Ega son iguales? ¿Son confesables las razones de por qué condenan a Estella al ostracismo?

La necesidad de que Estella disponga de suelo industrial es apremiante: a principios de año el de Villatuerta sólo tenía libres 40.656 m2 edificables. Una minucia si la autovía ha de tener efectos positivos, y un requerimiento urgente si pensamos que la creación de un polígono industrial lleva un trámite de no menos de un lustro. Por todo ello, aconsejo a la Sra. Bozal que rectifique; que al menos al final de su legislatura pueda ponerse el broche que haber iniciado los trámites para que Estella disponga a sus puertas de un polígono industrial. Le aconsejo que si no le gustan los terrenos indicados, negocie con los pueblos limítrofes. Animo a la oposición estellesa a que tome la iniciativa: no puede ser capaz de unirse para construir una casa de juventud, y ser incapaz de agrupar el voto para posibilitar que esa juventud encuentre trabajo en la ciudad. Y a los ayuntamientos que participaron en la iniciativa del polígono de Los Arcos, les pido que se olviden de él (dan la sensación de estar molestos porque no les dejan participar del festín), que le deseen, como yo lo hago de corazón, mucha suerte, y que presionen y obliguen a Estella a tomar la iniciativa de demandar otro polígono. Hay que seguir el ejemplo de Lodosa. No es aceptable ni razonable que la única población que se sienta coartada por el polígono de Los Arcos sea Estella. Si el polígono arquense no impide que Viana, Mendavia y Lodosa tengan sus propios polígonos, ¡haber quién es el guapo que me da una sola razón de por qué no lo puede tener la ciudad del Ega! ¿O va a ser cierto que el de Los Arcos estaba destinado a Estella?. Entonces, ¿qué pinta la Bozal en las instituciones y el partido cuando un alcalde que ni es parlamentario ni está en la ejecutiva se lo quita?

Nota: esta colaboración se publicó en Diario de Noticias, el 10/12/02

ARRIBA © 2003-2005 Javier Hermoso de Mendoza